lunes, 6 de octubre de 2008

La moral no se experimenta: se intuye

Pretender, normalmente como autoengaño, derivar la moral de la experiencia es uno de los grandes errores de nuestros falsamente empíricos días.

La experiencia únicamente es un medio más para que la razón, tomando como base el más hondo querer, fundamente el actuar. Pero la moral habita en ese querer, en la voluntad última, en la más profunda intuición o repulsa.

La ciencia tal vez, y siempre que el ser humano no trascienda la experiencia, podría decirnos qué desea cada cual en cada momento: podría determinar la moral instantánea de cada individuo. Pero nada podrá decir sobre la moral. Ésta nunca dejará de ser una apuesta... necesariamente personal, aunque no por ello se pueda negar que exista una moral universal.

Hume ya separó el ser del deber ser. Separó la experiencia de la moral. Seguramente no fuera empirista.

2 comentarios:

CheshireCat dijo...

Iván, en primer lugar decirte que me parce muy interesante tu Blog y, sobre todo, tus comentarios en otros sitios sobre evolución, siempre muy interesantes y sin embargo muy mesurados.

Una pregunta acerca de esta entrada: ¿A qué te refieres cuando dices que la moral "no se experimenta sino que se intuye"?

¿No es la intuición un tipo de experiencia?

Personalmente, creo que la moral se puede experimentar como cualquier otra cosa. El problema está en la transimisón. Es muy difícil convencer a alguien de que tu experiencia moral es correcta si no está previamente convencido.

En esto se diferencia de otras expriencias que podríamos llamar "científicas". Si digo que un objeto peso 10kg, cualquiera con una báscula puede estar de acuerdo conmigo, o desmentirme mediante un sencillo procedimiento.

En cambio, si digo que tal medida adoptada por el parlamento es injusta, sin duda generaré más polémica. No hay un procedimiento objetivo para medir la moral y por lo tanto, la valoración moral que hago de un hecho puede ser muy distinta de la que haga mi vecino.

Difícil asunto, aunque me atrevería a concluir que no todas las morales son iguales... ni se experimentan igual.

Iván Moreno dijo...

Bienvenido, ChesireCat.

Siento no haber respondido antes, pero tengo un poco abandonado mi blog.

La diferencia entre experimentar e intuir, desde el modo en que yo lo utilizo (que no tiene por qué compartir nadie), es que experiencia se refiere a hechos ya ocurridos de los que tengo constancia. La intuición es presente.

Mi afirmación es que no podemos obtener ninguna justificación moral (y menos universal) de las observaciones pasadas. Nuestra moral viene dada en cada instante por nuestra intuición de lo bueno... por nuestro querer.

Comparto contigo que es difícil transmitir dicha moral. Salvo que todos compartamos la misma por alguna razón misteriosa.

Un saludo