lunes, 10 de septiembre de 2007

Aversión a lo irracional

Pocos actos más repulsivos que la negación de lo evidente. Pocos actos más humanos que creer evidenciar lo discutible.

Sin evidencias la existencia se nubla.

Pero... ¿puede haber evidencia más allá de la existencia de nuestros propios sentimientos y sensaciones (junto con la sensación de nuestra propia existencia) y de las certezas lógicas (que nunca empíricas) proporcionadas por nuestra razón?

La razón no permite alcanzar mayores cotas sin apoyos... apoyos necesariamente irracionales (que quedan fuera de la razón), sobre los cuales montar un desarrollo racional.

Lo irracional como opuesto a la razón, queda repudiado como negación de la evidencia lógica...

Lo irracional como fuera o más allá de la razón, se convierte, por contra, en el único asidero para que la razón ejerza su función de enlace lógico. Lo irracional es la única esperanza de vida racional.

Lástima que ambos conceptos queden determinados por el mismo término... pues la razón enferma o perezosa no será capaz de discriminar, despreciando junto con lo despreciable su único punto de apoyo no contrario a la razón. Y morirá ahogada en su propio engaño...

O tal vez me engañe yo... ¿podría lo contrario a la razón ser buscado y no repudiado? Quizá... pero me resulta tan repugnante...

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